Función de los adultos despiertos

La espiritualidad nos permite recuperar la conexión con nuestra esencia para recordar quienes somos realmente y, finalmente, actuar en forma coherente con ello en nuestra vida. 

Nosotros, los adultos “despiertos”, ya sea que actuemos como padres, terapeutas o educadores, debemos hacernos conscientes que estamos aquí porque contrajimos al encarnar un compromiso de sostén y guía con estos niños especiales para hacerles algo más fácil el camino. Por eso es necesario superar la actitud de sorpresa y gozo de estar frente a un niño de estas características y asumir la “responsabilidad” de que puedan llegar a desarrollarse. 

Por qué digo despiertos? Porque sólo los que hayan despertado a la Verdad del Espíritu podrán comprenderlos y ayudarlos… Con ellos no vale conocer únicamente la teoría, hace falta haberla pasado por la experiencia personal. No se puede enseñar ni respetar verdaderamente lo que no hayamos incorporado a nuestra vida… 

Lo que más esperan y necesitan estos chicos es que sus padres y maestros aborden un camino espiritual para poder ser sus consejeros. Aunque estos niños en espíritu suelen ser más elevados que los espíritus de sus padres y vienen, justamente, a enseñarles cuestiones que aún no se conocen en la Tierra Vieja, es absolutamente imprescindible que ellos abracen ese camino para poder comprenderse mutuamente. 

Estos niños eligen familias que captarán que son diferentes, pero no están conociendo cuales son sus necesidades que son completamente diferentes a las de la sociedad terrenal. 

Como padres amorosos lógicamente les dan todo lo que está su alcance pero no los comprenden y se desesperan cuando los ven enfermos con síntomas extraños que ni siquiera los médicos saben explicar. 

Es que todos ellos son Espíritus elevados que vienen a la Tierra con menos barro que el que a todos nosotros nos cubre. Los cristal traen Consciencia Crística y, así como el índigo reacciona contra el sistema imperante en el planeta y lo alborota, ellos vienen a vivir en un estado de cosas que aún no se ha materializado a nivel planetario, vienen sin coraza... sin defensas y caen en un mundo en el que reina el DESAMOR...!! Los niños cristal pueden ver el corazón de cada persona. Se asombran y horrorizan por esos corazones inflamados de ira… Se espantan porque la palabra profesada no corresponde al sentir y no entienden esa situación ni en su familia ni en la sociedad...!! 

Nuestra difícil tarea consiste en preservar, respetar, no bloquear o doblegar su sensibilidad ni sus capacidades ya que, lamentablemente, se requiere sólo de un comentario o invalidación del adulto para desconectar al niño de su intuición. Ella es su bastón de protección, la que lo mantiene a salvo, fuera de peligro conectándolo con su Yo Superior. Pero es muy difícil formar a alguien sobre conceptos que no se han aprendido en carne propia. 

En el milenio pasado la intuición se desdeñaba porque no era concretamente comprobable. Con esa actitud afianzamos nuestro alejamiento de nuestra esencia, nos desconectamos de nuestro corazón y sobrevaloramos la función de la mente… Sustituimos nuestra valía por la aprobación externa y cambiamos la conexión del ser por el afán de tener como forma de sentirnos seguros y aceptados. 

La intuición es como un músculo que necesita ser ejercitado para ser receptivo y nosotros, los adultos, estamos en el rol de ayudar a los chicos a afianzar este sexto sentido. Enseñarles a escuchar su corazón con la actitud de que honren lo que sienten, es la mejor forma de afianzar la intuición en ellos. Esta posibilidad le ofrece al niño un mundo amistoso, lleno de aventuras, divertido, manteniéndolo a salvo de personas y situaciones que no le son beneficiosas porque algo se lo avisará y él lo implementará en la medida que respetemos y validemos su intuición incrementando la confianza en sí mismo. 

Cuando los adultos nos inclinamos a que los niños se centren en el cumplimiento de metas, a evaluar la vida únicamente por el resultado, no tolerando equivocaciones, ellos aprenden a vivir sólo para lograr el éxito y así obtener la aprobación de sus padres. 

Estas condiciones activan el miedo en los niños haciéndoseles difícil alinearse con la intuición ya que el temor obstaculiza la conexión. Es por ello que nosotros hemos crecido prestando atención más a nuestros temores que a nuestros corazones. 

Si realmente queremos ayudarlos y asegurarnos que crezcan confiados atendiendo su propia guía interna es necesario que, en vez de inculcarles miedo, los adultos cultivemos la flexibilidad, la presencia en la acción y la escucha con atención dejando todo juicio de bien o mal absolutamente de lado. 

Cuando les hablamos muchas veces pareciera que no nos escuchan y, en realidad, sí lo hacen, pero se toman su tiempo para integrarlo porque primero lo pasan por el filtro de su propia información revisando si eso es compatible con ellos o no. Ellos no se atan absolutamente a nada que no sea su voluntad sentida, no por tozudez sino por mantenerse fieles a su camino y sentir. 

Las energías y el universo son sus únicas verdades interiores y nada los sorprende por lo que se les puede comentar cualquier cosa que sintamos y pedir consejo u opinión con la certeza que su respuesta será concreta, sabia y absolutamente objetiva. 

Cuando respetamos sus necesidades observamos que hay menos confrontaciones con los adultos y que pasan a ser sus aliados, asistentes, para llevar a cabo su propósito de vida. 

Estos chicos necesitan padres que tengan la osadía de oponerse al sistema si es necesario... padres que no piensen que el día de mañana ellos no se adaptarán a la sociedad ya que la sociedad cambiará irremediablemente… pero, sobre todo, que aprovechen lo que sus hijos les están pidiendo a gritos: CAMBIEN.. !! Su misión es acelerar el estado de situación de manera que, si por un niño cristal cambia toda una familia, ha logrado multiplicarse… 

No debemos olvidar que estos niños pertenecen al Universo... responden a las Leyes Universales. ...que la Verdad está en ellos....que SON AMOR... EL CRISTO QUE LLEGA....y que nada de este mundo los hará retroceder en todo esto! Han pactado su misión y desde muy pequeños lo saben... pero necesitan de nosotros en niveles por encima de la forma. 

Nuestra función es amarlos... respetarlos… apoyarlos… permitirles que se desarrollen desapegándonos de las formas instituidas. 

El Nuevo Mundo se gesta en el corazón, en la quietud, en la introspección, en la conexión con los Seres Superiores o Yo Superior... en la reunión de Conciencias Crísticas... y todo eso vienen estos niños a enseñarnos, pero necesitan de nuestra confianza... de nuestra Fe para desarrollar el AMOR y ser UNO con nosotros. 

María Inés Manrique
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