Consecuencias de la Ley del Desdoblamiento en nuestra vida cotidiana


Como en la película Efecto Mariposa todos somos en verdad viajeros ultrarrápidos: vivimos en dos tiempos diferentes al mismo tiempo… Un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente.

Aunque tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo, tal como lo demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible. Dado el fin del ciclo de 25000 años que está produciéndose en el Universo en este momento, esas "aperturas temporales" imperceptibles son cada vez más frecuentes y van a mantenerse por los próximos 60 años. De ahí que sería ideal aprovecharlas para nuestra evolución y elevación.

El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos permite comprender que el hombre vive a la vez en el tiempo real y en el cuántico que es un tiempo imperceptible con diferentes futuros potenciales… Entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente utilizando la mejor oportunidad que nos brinda el futuro. En la Física eso se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

Como también hay otra propiedad conocida en Física que es la dualidad de la materia, es decir, una partícula es al mismo tiempo corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía): somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades superiores a las de la luz.


Ahora bien, un último concepto: todo en el Universo tiene su doble… Por lo tanto nosotros también tenemos un doble… Y ese “doble” nuestro no es el cuerpo astral o etérico como algunos creen, es verdaderamente otro “yo” en otra dimensión. El cuerpo físico o visible con su campo aúrico explora el espacio en nuestro tiempo, y el otro, sutil e imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.

Entonces ese intercambio de información que necesitamos para vivir mejor se produce entre nuestro cuerpo energético y el físico durante el sueño paradoxal… justamente cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral. Y es este intercambio el que además de incentivar nuestro instinto de supervivencia y nuestra intuición, posibilita, si lo pedimos, que se borren los futuros perniciosos de todos los pensamientos negativos que creamos inconscientemente durante el día para poder encarar el día siguiente con nuestra memoria transformada.

Sé que esto que acabo de explicar puede sonar fantástico y sólo para elegidos, pero de verdad cualquiera puede aprender a ponerlo en práctica fácilmente en su vida para generarse el mejor futuro posible y, sobre todo, llegar a cumplir el propósito de nuestra existencia.

María Inés Manrique
Abril de 2014